Estados Unidos ha completado con éxito las primeras pruebas del NGSRI (Next Generation Short-Range Interceptor), un nuevo misil de corto alcance desarrollado por Raytheon y Northrop Grumman, que ha superado ampliamente a sistemas actuales como el FIM-92 Stinger. Con apenas 15 kilos de peso y menos de 1,5 metros de largo, el misil alcanza velocidades superiores a Mach 3 y un alcance de hasta 9 kilómetros, gracias a un motor con grano altamente cargado (HLG) que le proporciona mayor aceleración y estabilidad. Lo notable del proyecto ha sido su rapidez de desarrollo: en solo seis meses pasó de concepto a pruebas reales en el Laboratorio de Balística de Allegany, donde fue sometido a condiciones extremas.