Franco Macchiavelli, analiza el panorama económico actual, destacando que el mercado parece alejarse de un terreno de «pánico extremo» para entrar en una fase de «miedo a extremo». A pesar de los rebotes importantes en los mercados, con subidas significativas en índices como el Nasdaq, SP500 y Russell 2000, hay incertidumbre sobre si esta recuperación es real o un espejismo. También destaca el comportamiento del inversor minorista, que ha seguido comprando, a pesar de que sectores defensivos como el de consumo básico siguen mostrando un rendimiento superior al del SP500. Además, comenta sobre las declaraciones de Trump, quien afirmaba que China y la UE estaban aprovechándose de EE.UU., y cómo podría estar suavizando su postura frente a estos bloques. Al mismo tiempo, resalta destaca que, al igual que en la Gran Depresión de 1929, las políticas proteccionistas, como la imposición de aranceles, pueden tener efectos devastadores en la economía. Señala que durante esa época, los beneficios por acción de las empresas cayeron más del 60% debido a la reducción del comercio global, lo que llevó a una drástica caída en las ganancias y a la destrucción de mercados. Según Macchiavelli, este tipo de medidas, como las impulsadas por Trump, históricamente han tenido un impacto negativo en el mercado, ya que los aranceles y el aislamiento económico generan más daño que beneficio, afectando directamente las ganancias empresariales y el crecimiento económico. En cuanto a los bonos, señala que a pesar de los temores iniciales, estos parecen estar comenzando a formar un «suelo» en sus precios, lo que podría indicar una estabilización. Por otro lado, hace una crítica al modelo económico actual, en el que la Reserva Federal ha sustituido a los inversores extranjeros como financiadores del déficit estadounidense, gracias al «Quantitative Easing». Esto ha generado distorsiones en la dinámica del dólar y los tipos de interés. Así mismo, menciona que la falta de apoyo clásico, como una bajada de tipos o un dólar fortalecido, ha agravado la situación económica, con un mercado de bonos que no actúa como un colchón.
